lunes, 27 de octubre de 2014

XXIV Reunión Nacional de los Grupos de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica. Las Palmas de Gran Canaria, 13 al 14 de Febrero de 2014

     Los pasados días 13 y 14 de febrero de 2014 se celebró en Las Palmas de Gran Canaria la XXIV Reunión Nacional de los Grupos de Litiasis, Endourología, Laparoscopia y Robótica, con sede en el Auditorio Alfredo Kraus, y que contó con la presencia de unos 300 asistentes. La organización estuvo a cargo del Dr. Ponce Socorro (Hospital Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Las Palmas) y los coordinadores nacionales de Litiasis (Dr. Reina) y Endourología, Laparoscopia y Robótica (Dr. Álvarez-Ossorio).

martes, 7 de octubre de 2014

Comienzos de la anestesia en la cirugía urológica en España

Urología en España
     El nacimiento de la Urología, como especialidad quirúrgica independiente, se producirá en las últimas décadas del siglo XIX, y será en el Hospital Necker de París donde sea creada la primera unidad de atención especializada para las enfermedades del aparato urinario. En España no será hasta el año 1885 en que se funde la primera unidad de Urología como tal en el Instituto de Terapéutica Operatoria del Hospital de la Princesa de Madrid, teniendo a Enrique Suender como el primer urólogo ejerciente reconocido en España. Por tanto, hasta estas fechas y antes de que fueran apareciendo las distintas especialidades quirúrgicas, la totalidad de la atención quirúrgica era realizada por los cirujanos aunque, bien es cierto, que muchos de ellos mostraban una especial dedicación al tratamiento de procesos urológicos.

     Hasta la aparición de los primeros agentes anestésicos eficaces, a mitad del siglo XIX, las operaciones eran realizadas tan sólo con simples drogas analgesiantes (opio, alcohol y otros) o directamente sin ningún soporte para mitigar el dolor, con el consiguiente sufriendo que tenían que soportar los enfermos. La introducción exitosa del éter sulfúrico por William Morton en 1846 en Boston, del cloroformo por James Simpson en 1847 en Edimburgo y del óxido nitroso por Gardner Colton a partir de 1863 en Nueva York, abren una nueva etapa en la historia de la cirugía al conseguir la desaparición del dolor que tanto atormentaba a los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas. El desarrollo posterior de la técnica anestésica, con la incorporación de la anestesia intravenosa, local y regional, hará posible el avance de la cirugía, al permitir la realización de un mayor número de intervenciones quirúrgicas.